domingo, 12 de junio de 2016

Mi mala intención. Corín Tellado


Novela de Corín Tellado (1926-2009) publicada por Editorial Bruguera en 1964 dentro de la colección Pimpinela con el número 915. Hemos leído la reedición publicada en junio de 1965 en la colección Coral con el número 351. Tiene 127 páginas y costaba 8 pesetas.

Adolfo Montero es un joven perteneciente a la alta burguesía. Su familia vive de rentas y él nunca ha trabajado a pesar de tener una carrera. Lleva una vida de contínuas juergas y amoríos, al igual que sus dos hermanos. Los padres, ocupados por su ajetreada vida social, ni se preocupan de ellos. Un día, al volver a casa, Adolfo presencia el cortejo fúnebre del portero de su casa al que siguen sus cuatro hijos. De alguna manera, la visión le perturba y le hace reflexionar sobre su vida por la que empieza a sentir un profundo desprecio.
Sin embargo, Adolfo no puede evitar sentirse atraído por María José, la hija mayor del portero. María José tiene 19 años y cuida de sus tres hermanos a la vez que ahora atiende la portería del edificio. Es una chica inocente y buena, sin experiencia, lo que produce aún más deseo en Adolfo. Éste prepara un plan para conseguir a la chica haciéndose pasar por una persona bondadosa y desinteresada. Gracias a sus contactos consigue un trabajo para María José en una agencia de publicidad y un piso con un cómodo alquiler para que la chica y sus hermanos no tengan que vivir en la portería. Con la excusa de dar clases particulares a los pequeños, consigue ir a la nueva casa cada día e intimar cada día más con María José. Ésta se va enamorando poco a poco de él. A pesar de sus remordimientos, Adolfo consigue por fin sus propósitos.
María José habla con su confesor y éste le aconseja que abandone inmediatamente la relación íntima con Adolfo. La chica rompe con éste ante lo cual Adolfo siente un profundo enojo y ella se siente profundamente abatida. Sigue enamorada de él y Adolfo echa de menos la vida de hogar que llevaba con María José y sus hermanos, ya que él nunca tuvo algo así.
Adolfo pide perdón a María José y a partir de ese momento vuelve a visitar la casa cada día pero sin ningún tipo de relación amorosa. María José convence a Adolfo para que empiece a trabajar en una empresa, lo que asombra a su familia. Adolfo descubre que también está enamorado de María José, pero el último obstáculo que queda para casarse ambos es la propia familia Montero.

Entretenida novela romántica escrita por la autora con un estilo impecable y con mucha atención a los pequeños detalles que confieren convicción a la trama. Evidentemente una novela así no puede ser valorada según parámetros actuales. Corín bebe de la tradición española del Tenorio, más en Zorrilla que en Tirso de Molina, para construir esta historia de un Don Juan libertino que desea conquistar a una chica inocente. La visión del cortejo fúnebre, sin embargo, remite a romances aún más antiguos y la redención final por amor viene sin duda del Tenorio de Zorrilla. La figura del confesor es el "deus ex machina" que utiliza Corín para conducir su narración hacia un final feliz según las premisas de la época. No está nada mal para una novela de quiosco que aúna la tradición literaria española con los procedimientos de la tragedia clásica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario