miércoles, 29 de enero de 2014

El barco de la muerte. Marcial Lafuente Estefanía


Novela de Marcial Lafuente Estefanía publicada en 1962 por Editorial Bruguera dentro de la colección Búfalo con el número 450. Reeditada en 1969 en la colección Héroes del Oeste con el número 569 y en 1976 con el número 938. Hemos leído la reedición de julio de 1973 dentro de la colección Centauro con el número 216. Tiene 123 páginas y costaba 12 pesetas.

La acción de la novela transcurre casi toda en la ciudad de Helena, la capital del estado de Montana, y el río Missouri. Iowa y Cornell son dos cazadores de la montaña que viven del comercio de pieles. Iowa es asaltado y robado por unos desconocidos y luego perseguido él mismo como pistolero y ladrón de pieles. Se organiza un grupo para rastrear su pista al mando del sheriff Hunter y el capitán Newman de la caballería. Iowa se refugia en el rancho de Franklin, un viudo que vive con su hija Amy. Éstos llaman al doctor Parker, que se encarga de curar sus heridas. Iowa tiene que marchar del rancho antes de que Hunter y Newman le descubran y comprometa a Franklin. Además, Iowa y Amy se han enamorado.
Un recuperado Iowa acude al establecimiento de Burt en Wolf Creek para venderle sus pieles. El comerciante es amigo de Franklin y Amy. Su hija Virginia parte para Helena cuando el establecimiento de su padre es asaltado por desconocidos para robar sus pieles. Iowa y Cornell convencen a Burt para que vaya también a Helena. En la ciudad va a organizarse un gran rodeo y los dos jóvenes van a participar en él. Cornell también siente interés por Virginia. Burt deja al cuidado de su almacén a Lester, el padre de Iowa, pero es asesinado por los ladrones de pieles. Iowa jura vengarse de los asesinos y además nos enteramos de que en realidad él y Cornell son federales en misión secreta para averiguar quién organiza el contrabando de pieles y abastece de armas a los indios de la reserva cercana a Fort Peck. Todos los anteriores agentes enviados han desaparecido así como un alarmante número de indios, entre ellos el hijo de un gran jefe.

En realidad, todo el asunto del robo de pieles y el comercio de armas ha sido organizado entre Kindell, el propietario del saloon Alberta, el sheriff Hunter y el capitán Newman. Todos ellos a las órdenes de un misterioso jefe secreto. El medio de transporte de las mercancías robadas y las armas es el barco fluvial Louisiana a las órdenes del capitán Barrington, también implicado en el complot. Allí es donde han desaparecido los agentes y los indios cuando se han metido más de la cuenta en los asuntos de los forajidos. Ni que decir tiene que Iowa y Cornell van a descubrir toda esta trama como enviados secretos del gobierno.

Entretenida novela de don Marcial, más cuidada de lo habitual en su estilo, y de muy agradable lectura al adoptar el autor un tono costumbrista, casi de comedia amable entre la familia de Franklin, la de Burt, la del doctor Parker y la participación de los galanes Iowa y Cornell. Incluso los villanos hacen apariciones esporádicas que no llegan a romper la placidez del conjunto. Naturalmente todo ello va a acabar en un estallido de violencia contado de manera seca y casi abstracta con los detalles tétricos habituales en el autor.
Por otra parte, hay que reseñar otra vez el pesimismo de Estefanía respecto a las autoridades civiles y militares: la justicia, una parte del estamento militar y el poder bancario local hacen causa común con los forajidos. Estefanía salva la situación haciendo que el gobernador de Montana intervenga y ponga coto a los desmanes.

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