lunes, 5 de septiembre de 2016

El misterio de la cruz egipcia (The Egyptian Cross Mystery). Ellery Queen


La quinta de las novelas de misterio protagonizadas por el joven detective “Ellery Queen” fue publicada por los escritores Frederick Dannay y Manfred Lee en el año 1932, bajo el título “The Egyptian Cross Mystery”, siguiendo el modelo por ellos mismos establecido del juego de dos palabras que incluyen un gentilicio, y que en este caso hace referencia a la letra “tau”, o cruz que tiene su travesaño en la parte superior del eje vertical.

Un maestro de escuela de una pequeña localidad de Virginia es hallado en vísperas de la Navidad, decapitado y crucificado en un poste de señales de un cruce de caminos, de modo que su cuerpo parece formar la letra “T”. La misma letra “T” aparece igualmente marcada con sangre en la puerta de la casa del hombre muerto. Ellery Queen se halla en la escena del crimen y percibe que la letra es también el símbolo de la llamada “cruz egipcia” o “ansata”, lo que parece señalar a un excéntrico barbudo que en los alrededores predica una extraña religión que mezcla el nudismo con la egiptología. Velja Krosac, el director comercial de este extravagante personaje, ha desaparecido y por ello se convierte en sospechoso del crimen.
Con las escasas pistas halladas, Ellery se siente incapaz para resolver el misterio del asesinato. Seis meses más tarde y en Long Island, Nueva York, un empresario vecino de uno de los profesores universitarios de Ellery es hallado igualmente sin cabeza y crucificado sobre un tótem indio, en el mismo barrio en que vuelve a aparecer el pseudoprofeta egipcio y sus seguidores. El cadáver sujeta ahora una ficha roja de un juego de damas. Una tercera víctima, un millonario navegante, aparece similarmente crucificado en uno de los palos de su velero y una vez más sin que aparezca su cabeza.
Muchos acontecimientos se mezclan, incluyendo las familias de las sucesivas víctimas y sus relaciones con el profeta nudista, el juego de damas y pipas de tabaco extrañamente talladas, pero la pista clave que conduce a Ellery a la solución del caso es una botella de tintura de yodo, que le lleva en una persecución campo a través a la caza del sorprendente asesino.

Intrigante y absorbente novela de misterio que sus autores conducen hasta el final con mano maestra. Hay que destacar que los detalles macabros de la novela debían ser bastante fuertes para la época en que está escrita.

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